Todos tenemos 24 horas cada día, pero cada uno tiene su energía y vitalidad. ¿Qué está bajo tu control y qué no? Tu recurso más valioso no es el tiempo, sino la energía. Más que ser dueños del tiempo, somos sus peones.
No hay forma de añadir tiempo al tiempo. Sin embargo, puedes gestionar tus energías vitales para rentabilizarlas al máximo, hacer todo lo que quieres hacer y fluir mientras vivas.
No solo estamos interesados en tener más energía, sino una energía vital de mayor calidad. Para lograrlo nos centraremos en cuatro dimensiones: cuerpo, emociones, mente y espíritu. Todas necesarias, ninguna suficiente.
Participar plenamente en la vida requiere que definas un propósito, examines dónde estás y tomes acción. Sentirte bien te hará más productivo. Las emociones negativas conducen a la destrucción y la impotencia cuando no se canalizan creativamente y se transforman en otras más edificantes.
Un poco de sentido común, por favor.
Te recomendaré cosas sencillas…
- Procura irte a la cama y levantarte a la misma hora cada día. Al reforzar tu ritmo sueño-vigilia te dormirás antes, descansarás más a fondo y te sentirás renovado cada día.
- Ciérrate puertas. Acepta que no da tiempo a todo. Encontrarás libertad al elegir una estructura y ceñirte a ella.
- Selecciona un puñado de actividades que tengan unas finalidades claras y dales su lugar en tu vida. Cuando trabajes, trabaja. Participa en el aquí y ahora estando presente en lugar de ausente. Haz ejercicio con regularidad. Respeta el descanso, porque tu ocio también es sagrado. Y vive tu vida con pasión y propósito.
Cómo maximizar el poder de tus energías mentales, físicas, emocionales y espirituales.
El camino básico a seguir es el de encontrar y vencer los obstáculos. Superar tus límites sistemáticamente desarrollará tu resistencia mental, emocional y espiritual. Sin dolor no hay luz. El dolor es necesario para tomar conciencia. El dolor legítimo te hará más humano. Sin embargo, el sufrimiento, que sería el dolor innecesario, te mantiene en la inconsciencia. El dolor por el dolor puede degenerar en una peligrosa adicción que conduce al infierno.
Ritmo
Todo el universo está vibrando. Tiene sus ritmos y sus frecuencias. Las mareas, el corazón, la música o el sueño es rítmico. No somos máquinas. Necesitamos cambiar de aires y de ritmos con frecuencia para recuperar y aumentar nuestra energía.
Cuando un atleta tiene problemas suele ser por entrenamiento excesivo o insuficiente. Los beneficios del entrenamiento cíclico, con periodos de esfuerzo y de descanso son de sobra conocidos. El cuerpo usa recursos biomecánicos cuando está rindiendo y debe reposar para recuperarlos.
La vida cotidiana es igual. Gastar un torrente de energía sin pararte a descansar te agotará. Reposar demasiado y vivir ocioso tampoco es bueno. Al principio recuperas energía, luego se estanca cuando no la usas. Finalmente se degenera causando problemas. En el cambio está el verdadero descanso.
Energía física
Todo empieza con un cuerpo sano porque impulsará el bienestar de todos los aspectos de tu organismo.
Lo fundamental es aprender a respirar, a comer y estar bien hidratado.
El cuerpo entero respira; oxigénalo con ejercicio. Para respirar mejor, puedes recurrir al yoga o a técnicas similares. Aquí tienes un truco: céntrate en expirar, no en inspirar. Vacía a fondo el aire de tus pulmones y tus respiraciones serán más ricas y profundas.
Aprende a comer bien. Cuanto menos procesados estén los alimentos, mejor.
Bebe el agua necesaria para estar bien hidratado y reducirás enfermedades cardíacas.
Duerme lo suficiente. Un sueño abundante y de calidad hace milagros. Mientras duermes tu organismo se repara. Muchos procesos importantes dependen de la duración y la profundidad del sueño. Intenta dormir de noche, no durante el día. Las jornadas nocturnas son matadoras porque tu organismo no está diseñado para dormir de día.
La luz es el despertador natural del cuerpo.
Nuestros ritmos vitales oscilan cada 90 a 120 minutos. Sentimos un bajón a la hora de comer… de ahí el beneficio de una siesta. Según la Nasa, una siesta de 40 minutos aporta un 34% más de rendimiento y te ayuda a estar 100% alerta.
Un poco de ejercicio mejorará tu tensión arterial y tu estado de ánimo. No te conformes con el cardiovascular. Trabaja también tu resistencia muscular.
Emociones
Tu energía emocional proviene de la confianza en ti mismo, de socializar, de tu autodisciplina y de tener empatía. Entrena tus emociones. Así podrás aportar energía positiva en los momentos de estrés.
Llena tu depósito emocional con la mejor gasolina
Haz cosas que gustan. No todos los placeres te llenan igual. Ver la tele mientras zampas unas palomitas tiene su gracia, pero cunde y dura poco.
Las interacciones sanas te dan energía, no te la quitan. Las relaciones virtuales se quedan muy cortas y no bastan. Las amistades son críticas, llegando a afectar incluso a tu rendimiento en el trabajo. Tener buenas amistades te hará más productivo. Relacionarse y cultivar buenas amistades es necesario para llevar una vida plena.
Mente
La energía física y emocional contribuyen al buen funcionamiento de la mente.
Desarrolla un estilo optimista de ver y explicar las cosas. Hay una correlación entre la productividad y el pensamiento positivo, porque reduce la fricción interna.
Tu mente necesita descanso. Las mejores ideas suelen surgir en los periodos de reposo, durante las vacaciones, al soñar despiertos o mientras te duchas después de correr un rato.
Las cinco etapas clásicas de la creatividad llevan su tiempo:
- Preparación. Meterse en el tema. Sumergirse en un mar de información relevante.
- Incubación. Dejar madurar la información. Abandonarla fuera de la consciencia. Esta parte del proceso no está totalmente bajo tu control, igual que cuando pones unas semillas bajo la tierra.
- Intuición. Brotan las ideas. Tu momento ¡eureka! Eres consciente de tus flores.
- Evaluación. El momento de reflexionar y hacer autocrítica.
- Elaboración. Sudar la camiseta. Dar vida a la idea poniendo el trabajo necesario. De esta etapa depende el 99% del éxito.
Con todo pasa igual: si no lo usas ¡lo pierdes!
Ejercita esa cabecita linda para que no se deteriore con la edad. Haz sudokus, aprende un idioma nuevo, estudia otra carrera, monta un negocio, pinta, escribe…
Espiritual
Esta energía puede ayudarte a vencer todos tus límites: emocionales, mentales y físicos. Crece conforme ayudas desinteresadamente a los demás. Proviene de forjar un carácter virtuoso, tener claros tus valores y honrarlos incluso cuando te duela.
Cuanto más te involucres en la vida, más vida tendrás
Cuanto más te entregas a la vida, más fluyes. Empieza a gestionar activamente tus cuatro energías vitales y conectarás con un sentido de propósito que te hará crecer y dar de ti a los demás.
Participar más en la vida te llevará a lidiar mejor con los retos. Los superarás, te superarás y te sentirás más vivo cada día.
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