Supongo que estás leyendo este artículo porque esperas más de la vida. Posiblemente sientes que te falta algo, que estás harto del statu quo y que ya es hora de cambiar.
Pero NO es lo mismo querer algo que estar preparado para conseguirlo.
Si quieres conseguir cambios sostenibles que te permitan gozar cada día de una vida más plena te hará falta una voluntad viva. Sentirás su fuerza como un fuego sin igual, manifestada en actos como puños. Despertará el deseo y el hambre creciente de victoria, lo cristalizará en una intención clara y firme capaz de transformar de una vez por todas tus circunstancias en otras mejores.
Para tener un futuro más prometedor y satisfactorio primero debes albergar la firme convicción de que tú puedes crearlo y estar dispuesto a currártelo, observar tus frutos y rendir cuentas de tus comportamientos.
Muchos consideran que están a merced del destino, que uno cambia cuando no tiene más remedio o por casualidad. Creen que llegarán a puerto mecidos por el viento o a golpes de huracán.
Puesto que en la vida no llueve para todos igual, los hay que piensan que uno debe conformarse con la sequía si se está en pleno desierto, o rogar con la esperanza de que les caiga un buen diluvio por azar.
Según las estadísticas más del 50% de las muertes las causan comportamientos modificables: adicción al tabaco, alcohol, comida, conducción imprudente en la carretera, etc. Pero nadie cambia nada mientras ignore lo que se está jugando o se conforme con lo que tiene.
Mi receta para crear tu nuevo futuro
Para conseguir cambios significativos y duraderos tendrás que aceptar tu situación y gestionar tu atención, ese foco capaz de alumbrar y transformar lo que toca.
En primer lugar, construye una imagen precisa de la situación de partida y otra de la de llegada.
Para estar en condiciones de responsabilizarte del reto que tienes entre manos, debes creer que tú sí puedes hacer lo necesario para llegar a tu meta
Tú eres el que conduce. Te conviene llevar un buen GPS interno para el viaje. Asegúrate de contar con un guía que observe, te oriente y te motive para que no te desvíes de tu camino y busca buenos compañeros de viaje.
No emprendas el viaje sin el pasaporte: tu firme voluntad a tu favor, en forma de deseo alto y claro. Declara tu intención de llegar a buen puerto estableciendo qué acción tomarás, el resultado que esperas y una fecha tope.
Acostúmbrate a rendir(te) cuentas de tus actos. Acepta que, por mucho que digas, tus verdaderas intenciones no se reflejan en tus palabras, sino en los hechos.
Descubre que te hará falta para ganar
A continuación te resumo el modelo de cambio de los psicólogos Carlo DiClemente y James O. Prochaska
Fases en le proceso de cambio del comportamiento
- Precontemplación: Ni piensas, ni pretendes cambiar comportamiento alguno en los próximos 6 meses.
- Contemplación: Consciente del deseo de cambiar un comportamiento determinado. Empiezas a analizar los costes y los beneficios.
- Preparación: Aceptas que el cambio te será provechoso, estás dispuesto a actuar antes de que transcurra un mes. Has trazado un plan de acción pero aún no te has comprometido del todo a ejecutarlo.
- Acción: Empiezas a cambiar tu comportamiento, pero el riesgo de recaída es alto si el plan o el compromiso fallan.
- Mantenimiento: Has logrado el cambio de comportamiento y lo has sostenido durante al menos 6 meses. El riesgo de recaída disminuye bruscamente.
Antes de empezar busca la simplicidad. Sigue la ley de la parsimonia, acepta que cambiar una sola cosa por vez aumenta la probabilidad de victoria.
Siempre hay un coste de oportunidad. No puedes hacerlo todo, solo da tiempo para lo importante. Guíate por tus valores y efectúa un análisis coste beneficio.
Cada uno tiene sus prejuicios, estos son los míos:
- Mi consejo como tu coach: cambia menos y cambiarás más. Puedes llegar adonde te propongas, pero no eres todopoderoso. Piensa tranquilamente en tus alternativas, examina estratégicamente los costes y los beneficios antes de meterte en faena.
- Al final, tendrás que dar un salto de fe, fijar el rumbo, dejar la comodidad de lo conocido y arriesgarte a ganar, hacerte vulnerable navegando mar adentro en la aventura de vivir.
- No hay viaje sin adversidades. Anticipa el feedback negativo, las dudas sobre tu valía, el sentimiento de no ser el adecuado para el reto y el riesgo de volver a caer en lo mismo de siempre.
- Ten sentido del humor. Ni la frivolidad ni la impulsividad te compensarán tanto como reflexionar detenidamente. No basta con hacer un ejercicio intelectual, escucha a tu corazón y comprende su mensaje emocional.
Hora de tomar una decisión
Aquí tienes tu pregunta clave:
¿Me veo capaz, estoy listo y deseoso de cambiar permanentemente mi comportamiento?
Cada palabra cuenta. ¿Crees que eres capaz? No es fácil estimar correctamente el poder que uno realmente tiene. ¿Estás preparado? ¿Has contemplado los costes y beneficios y tienes ya un plan sobre el que trabajar? ¿Sientes el deseo? Fortaleza tu voluntad, el hambre de conquista y la sed de victoria.
El secreto está en el comportamiento
¿Por qué? Porque realmente manifiesta lo que de verdad y en suma llevas dentro.
Aquí está la clave, en desarrollar y afianzar unos nuevos comportamientos. Por tus actos te conoceremos; ellos darán los frutos y por ellos te juzgaremos.
Lo sé, lo desconocido agobia un poco, consideralo el vértigo de ser libre y estar vivo. Nuevos comportamientos conllevan nuevas incertidumbres, y eso da miedo. Te preguntarás si el resultado merecerá la pena, si te gustará tanto como esperas, si perderás algo valioso por el camino o si te aceptarán igualmente después del cambio.
La vida es lo que ocurre entre lo conocido y lo que hay por conocer.
¡Alégrate! No eres un robot, ni estás más muerto que una piedra. Por fortuna, puedes perder o ganar —no hay garantía de final feliz— solo la emoción está asegurada para los que participan a fondo en el gran juego de la vida.
Como último regalo, te ofrezco este credo para que lo hagas tuyo antes de iniciar cualquier viaje:
Llegaré sano y salvo, lo nuevo será mejor que lo viejo, las incomodidades y contratiempos son temporales y, al final del viaje, me sentiré más satisfecho.
¿Qué puedes hacer ahora mismo? Por el momento, y como primer paso para un cambio de vida, tómate tu tiempo y contesta a esta pregunta: ¿Hay algún área de mi vida que, si la cambiara, supondría una mejora emocionante y significativa (o incluso impresionante) para mí?
Seguro que ¡sí! Tú eres un creador. La vida siempre da más a quien está dispuesto a escucharse con sinceridad y pagar el precio.
Si quieres avanzar con paso firme y necesitas una mano para llegar a tu tierra prometida, aquí tienes mi guía.
Diego Dalvera
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