¿Estás agobiado porque no puedes parar ni un minuto durante el día? ¿Tu negocio no te deja tiempo para estar con la familia? La relajación no es la panacea para todos tus problemas de estrés, pero puede cambiarte la vida si la incorporas en tu día a día.
Las técnicas de relajación, sirven para reducir la tensión al instante y también para desarrollar un estado de armonía y paz interior. Te ayudarán a sobrellevar el día por muy ajetreado que sea. Te harán fuerte ante las adversidades y te sentirás con más energía. Además, con las técnicas adecuadas, podrás prevenir numerosas enfermedades graves que reducirían considerablemente tu calidad de vida.
¿Por qué algunas técnicas de relajación no te funcionan?
Un jarabe para la tos no cura la tuberculosis. De la misma manera, las mejores técnicas de relajación del mundo no curarán el estrés de tu vida si no solucionas el problema de raíz.
Cuando llevas una vida agobiante y de no parar, la solución no es “añadir” un arsenal de métodos como nos quieren hacer ver algunos, sino “quitar” lastre. En resumen: si has probado muchas cosas y no te funcionan es porque debes empezar a trabajar por otro sitio.
Qué es el estrés
La palabra estrés hace referencia a una «gran tensión física o mental». Para sentirte relajado, necesitas practicar lo contrario: una sensación de «desatar, de fluir con la vida y de facilidad»
Experimento con ratas estresadas
En 1936 el endocrinólogo austriaco Hans Seyle hizo un experimento para comprobar la influencia de situaciones amenazantes o molestas en ratas. Las expuso a temperaturas extremas, a distintas sustancias químicas y otras situaciones desagradables (seguro que las ratas adoran a este tío). El resultado fue un aumento de enfermedades psicofisiológicas como úlcera de estómago, deterioro del sitema inmunológico, úlceras en el colon y un aumento patológico de los niveles de adrenalina.
¿Qué es lo que podría “quitar” en mi vida?
En general, se trata de quitar las fricciones innecesarias y los sumideros de energía que hay en tu vida. Te pongo aquí algunos ejemplos…
- Quitar actividades irrelevantes frente a las que son más importantes
- Quitar prisas. Levantarse antes si es necesario
- Acostarse todos los días a la misma hora
- Eliminar radicalmente el tabaco, el alcohol y sustancias estimulantes
- Quitar voces, falta de paciencia
- Quitarse el hábito de comer demasiado deprisa
- Eliminar, dentro de lo posible, relaciones que nos consuman energía
Para eliminar en tu vida aquello que no es tan importante, tendrás que priorizar. Si todavía eres de los que piensan “todo lo que hago durante el día es igual de importante” es que necesitas pensar más. Truco: un papel y un boli te ayudarán a priorizar mejor.
Para reducir el estrés, la clave no es dejar de hacer las cosas, sino hacer las cosas importantes tranquilamente – Diana Yárez
¿Cuándo usar las técnicas de relajación?
No utilices las técnicas de relajación como un parche para no reflexionar sobre las causas del estrés en tu vida.
Tú ya sabes que los malos hábitos (en tus actividades y en tus creencias) son los causantes de tu ansiedad. Necesitas realizar un cambio. La relajación solo te ayudará a corto plazo si no solucionas el problema de raíz. Sin embargo, las técnicas de relajación adecuadas pueden ser muy útiles y un buen hábito diario.
No hay un momento ideal para relajarse. ¿No crees que sería mejor estar lo más relajado posible durante todo el día, independientemente de las actividades que realices? Como nos enseña la naturaleza, trata de gastar la mínima energía posible para hacer cada trabajo. Te mostraré cómo puedes sentir una increíble paz interior las 24 horas del día…
Técnicas de relajación ideales para empresarios -para cualquier momento del día
La paz interior está en cada paso de la vida. – Thich Nhat Hnanh, maestro zen vietnamita
Soy una fan de Thich Nhat Hnanh porque enseña técnicas que van más allá de hacer unos cuantos ejercicios que sólo sirven para relajarse un momento, para después ser absorbido por la vorágine del día a día. Te muestra cómo puedes meditar en cualquier momento del día. No hace falta sentarte en un cojín y ponerte en la posición de loto.
Aquí tienes unas técnicas basadas en las que he aprendido de Thich Nhat Hnanh, que podrás aplicar en la oficina, mientras caminas por la calle o atiendes a un cliente. Tu vida cambiará a mejor de inmediato.
1. Tomar conciencia de cada momento
Más que una técnica de relajación, es la base de todo método. Cualquier cosa que hagas a conciencia será relajante. Antes de realizar un ejercicio con el fin de calmarte, toma conciencia de ese momento. A veces estamos obcecados en hacer algo que no nos gusta, nos irrita y nos tensa, pero no somos conscientes hasta que nuestro estado de ánimo se desestabiliza. Somos lo que sentimos y percibimos.
Si estás viendo un programa de televisión que te irrita, toma conciencia de cómo te hace sentir. No tienes por qué tragarte ese estrés. Cambia de canal o apaga la tele. Solo por curiosidad, apaga la tele un minuto durante los anuncios y siente el cambio de energías. Si estás hablando con un cliente que te molesta en ese momento, quizá puedas posponer la reunión. Si no la puedes posponer, sé consciente de lo que percibes y deja que te traspase ese sentimiento, pero no te lo comas.
2. Comer con concentración
Que estés muy ocupado durante el día no significa que tengas que comer con la tele encendida y con mil y una distracciones más. Cuando comas, concéntrate al 100% solo en comer. Procura disfrutar de esa comida con los 5 sentidos, no solo con el del gusto. Mírala, huélela, siente su tacto y saboréala antes de masticarla.
Si estás comiendo con alguien, haz pausas para mirar a los ojos a tus acompañantes y sonríe. No hay prisa. Es momento de comer. Incluso en una conversación, sé consciente de los silencios que hay entre frase y frase. No te olvides de prestar atención a tu respiración, te ayudará a relajarte.
3. Meditación mientras caminas
Este ejercicio puedes hacerlo solo o con gente. Observa todo el estrés, la ira, la frustración o el dolor que pueda quedar dentro de ti. Canaliza esas energías negativas hacia tu pie. A continuación da un paso y estampa el dolor y la ansiedad contra el suelo. Repite el proceso una y otra vez. Cada paso que des te permitirá sentir más y más paz interior.
5. Meditación telefónica
El mal uso del teléfono es una de las cosas que provoca más ansiedad en estos tiempos. Si el teléfono suena, no vayas corriendo y lo dejes todo para cogerlo. Deja un espacio entre el ruido y tú. No te conviertas en una víctima de tu propio teléfono. Te propongo un ejercicio; es difícil pero puedes hacerlo. La próxima vez que suene el teléfono, no lo cojas inmediatamente. Deja que suene e intenta relajarte. Siente cómo el ruido te traspasa, después sonríe y cógelo.
Si eres tú quien tiene que realizar la llamada, respira hondo antes de marcar. Es solo una llamada. Puede que estés pensando: “Estoy más que acostumbrado. No necesito calmarme para llamar”. Este ejercicio no es solo para relajarte, sino para no quedar absorbido por la conversación.
6. Meditación al volante
No siempre cogemos el coche con un objetivo claro. A veces lo usamos para escapar de algo. Buscamos, pero no sabemos qué. Quizá sentimos un vacío y esperamos que la conducción nos ayude a huir de ese sentimiento. Conducir también puede ser una de las técnicas de relajación que más te ayuden. Sólo hace falta poner toda tu atención en esta actividad.
Thich Nhat Hnanh recomienda decir antes de coger el coche el siguiente poema…
Antes de poner el coche en marcha sé dónde voy. El coche y yo somos uno. Si el coche va deprisa, yo voy deprisa.
Medita por un momento su significado. Más de una vez he bajado del coche estresada por ir demasiado deprisa. ¿Y tú?
La mejor técnica de relajación de la historia
Las técnicas de relajación no son sólo unos ejercicios que se hagan sobre un cojín a primera hora de la mañana. Si creas el hábito de vivir plenamente el momento, tu vida será maravillosa, armoniosa y muy feliz.
Como has podido comprobar, la mejor técnica de relajación es la de la presencia.
¿Cómo puedes estar más presente?
Obsérvate a ti mismo, desde la distancia y sin apegarte, como si fueras un testigo imparcial de tu propia existencia. -Diego Dalvera.
Empieza por cerrar los ojos y decirte a ti mismo: «Me pregunto cuál va a ser mi próximo pensamiento». Luego ponte muy alerta y espera a que el próximo pensamiento llegue. Compórtate como un gato observando la guarida de un ratón. –Echart Tolle, maestro zen y autor de El Poder del Ahora
Una historia curiosa
Antiguamente, los maestros zen se acercaban sigilosamente por detrás a sus discípulos con una vara, para comprobar su estado de presencia. Si estaban presentes, serenos y alerta, los discípulos se apartaban o cogían la vara. Si estaban sumidos en sus pensamientos e inconscientes, acababan con los riñones enrojecidos.
Hagas lo que hagas en tu día a día, no olvides dedicar un poquito de atención a la autoobservación. No permitas que las actividades que realices te absorban hasta el punto de no ser consciente de ti mismo.
Si haces estos ejercicios y practicas la presencia, comprobarás que todas las áreas de tu vida se alinean con mucha más facilidad. Al estar aquí y ahora no habrá estrés que pueda contigo.
¿Cómo crees que cambiaría un día cualquiera de tu vida aplicando estas técnicas de relajación? Comparte este post ahora con alguien que necesite más armonía en su vida.
Diana Yárez
Últimas entradas de Diana Yárez (ver todo)
- Lo que Mario Bros. haría con la dieta de los puntos - 27 febrero, 2023
- Combate los síntomas de la ansiedad y véncelos - 25 febrero, 2023
- ¿Funcionan de verdad las infusiones para adelgazar? - 22 febrero, 2023